Miles de personas han participado en un manifastación en el centro de Jartum, Sudan, contra la suavidad de sentencia de una maestra, Gillian Gibbons, que llamó Mahoma a un peluche. Los manifestantes exigieron la ejecución de Gibbons por el insulto de su profeta Mahoma. Según del código penal sudanés el castigo de el crimen como este es máximo seis meses de prisión, 40 latigazos o una multa. Gibbons fue condenada a 15 días de prisión y a ser depotido.
Pues, por la culpa de las noticias como esta, no puedo respetar mucho los países islámicos. Por supuesto las religiónes en el mundo tienen sus diferencias, pero no es justo que la persona puede perder su vida por eso. Quizas hace dos o tres años, cuando había muchas noticias y convercaciónes sobre las caricaturas en un periodico danés. Los árabes decían que el caricaturista había insultado el profeta Mahoma y por eso nacío el enredo grande. Supongo que no Gibbons ni el caricaturista ha hecho su error a propósito. Pienso que el castigo que Gibbons consiguío es suficiente para ella. No estoy segura, pero creo que el Corán no esta acuerdo de matar las personas que han cometido un error, sin querer.
lunes, 3 de diciembre de 2007
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